UNA PALABRA ES MUCHO MAS QUE UN CONJUNTO DE SIGNOS !@#$%^?

Una palabra expresa nuestra parte del mismo, cuando las  tratamos de interpretar y estas marcan un evento en nuestras vidas en donde nada se puede cambiar. El modo cómo las pronunciemos, las ganas que le otorguemos, dejará ver nuestro ánimo ante cualquier situación , nuestro parecer ante lo que podemos  narrar o nuestra implicación ante lo expuesto. Hay momentos en que una sola palabra es capaz de de borrar nuestras culpas  arreglar una amistad de mucho tiempo o de poco, de sellar una relación  para siempre, o de transformar de un pensamiento una vida. 

La falta de una palabra en el momento oportuno puede causar un mal rato, el negar a alguien una respuesta puede separar dos personas y otra palabra de perdón puede unirlas de nuevo tan fácil con expresarla. La fuerza de una palabra no recae en la pronunciación de ésta, sino en todo el significado que arrastra tras de sí y que sale a la luz junto con ese movimiento de aire entre los labios. Una palabra es mucho más que un sonido o que una vibración de las cuerdas vocales. Si no pudiéramos hablar, podríamos igualmente utilizarlas mediante la escritura u otros lenguajes de signos. Utilizamos las palabras para pensar, imaginar, soñar, recordar, inventar, juzgar, criticar, engañar, mentir, desahogarnos, comprometer, jurar,  trabajar, dialogar, jugar, rezar, perdonar, agradecer, amar, entregarnos… Está clarísima, por ello, la importancia que tiene el que hagamos un buen uso de ellas y seamos conscientes de lo que cada uno de estos actos implica. De todos modos, también podemos utilizarlas para rectificar en el momento en que metamos la pata. 

Son el medio para abrirnos a otras personas  y a nosotros mismos, para poder  conocernos. Pensamos con palabras , arreglamos con palabras nos enfrentamos con palabras . Es por ellas  que podemos definir un ideal, mostrando nuestros secretos a quienes nos decidamos a abrir el corazón . Una palabra vale mucho, debemos saber guardarlas para cuando sea necesario. Habrá ocasiones en que debamos encajonar palabras en nuestro corazón  para que formen parte de nuestra intimidad y sólo nosotros y nuestro ser supremo las conozcamos. Es un ejercicio difícil, ya que hoy se fomenta el que se compartan todo tipo de sentimientos con el prójimo sin necesidad de que haya un vínculo verdadero entre ambos. Muchas veces tendremos que medir las palabras que empleamos y no dejar que se escapen perdiendo el preciado valor que tienen. Hay palabras que no todo el mundo merecerá escuchar de nuestros labios y otras que necesitan salir abriéndose paso cuanto antes aunque tratemos de evitarlo. Ese poder  de valor y la fuerza que tienen para cambiar el mundo de aquellos que las sepan utilizar sabiamente son la esperanza de muchos en estos momentos tan difíciles que vivimos no las desgastemos inoportunamente y añadenele el valor necesario para fomentar ese valor que puede marcar la diferencia  o quizás el conocimiento que nos pueda hacer falta para lograr aquellas metas que nos propusimos en nuestra vida  .